¿Por qué siempre tengo sueño extremo y agotamiento? Puedes estar sufriendo de hipersomnia

25 octubre 2023

El constante sentir de somnolencia y fatiga durante el día, incluso después de haber disfrutado de un sueño nocturno aparentemente adecuado, es un dilema que enfrentan muchos individuos. Este estado de cansancio perpetuo no sólo mina la energía y el enfoque necesarios para las tareas cotidianas, sino que también merma la calidad de vida general, generando frustración y preocupación. La somnolencia diurna persistente puede ser el resultado de múltiples factores, desde hábitos de vida poco saludables y trastornos del sueño hasta condiciones médicas más graves como la hipersomnia.

Primero, es esencial considerar los hábitos y patrones de sueño individuales. El estilo de vida moderno, a menudo frenético y estresante, puede dar lugar a patrones de sueño interrumpidos y no reparadores. Factores como el estrés crónico, el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de dormir, y una dieta inadecuada, pueden interferir significativamente en la calidad del sueño, provocando que, aunque se cumplan las horas de sueño recomendadas, este no sea profundo ni reparador. Además, trastornos del sueño como la apnea, el síndrome de las piernas inquietas o el insomnio, también pueden estar detrás de la fatiga crónica.

Por otro lado, condiciones como la hipersomnia, un trastorno que causa somnolencia excesiva durante el día, pueden estar en el origen de este problema persistente de sueño. La hipersomnia puede ser primaria, originada en el cerebro, o secundaria, derivada de otras enfermedades o trastornos del sueño. Identificar la causa exacta de la somnolencia constante y buscar el consejo y diagnóstico de un profesional médico son pasos cruciales para encontrar un tratamiento y solución adecuados, permitiendo recuperar un estado de alerta y energía sostenido en la vida diaria.

¿Por qué me da mucho sueño si duermo bien mis 8 horas?

Si sientes sueño constante a pesar de dormir tus 8 horas, pueden existir varios factores detrás de esta situación.

Uno de los motivos más comunes es la calidad del sueño. Dormir el número de horas recomendadas no asegura un descanso reparador si la calidad del sueño es deficiente. Se necesita un sueño profundo y sin interrupciones para realmente recuperarse. Factores como el estrés, el consumo de sustancias estimulantes antes de dormir, o un ambiente no propicio (mucho ruido, luz, o una cama incómoda) pueden afectar negativamente la calidad del sueño.

Otro factor a considerar es la consistencia en los horarios de sueño. Irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico del cuerpo. Despertarse a menudo en medio de la noche o tener horarios de sueño erráticos puede llevar a sentirse cansado, incluso después de haber dormido las horas necesarias.

Adicionalmente, podrías estar experimentando trastornos del sueño que no has identificado, como la apnea del sueño, síndrome de las piernas inquietas, o hipersomnia. Estos trastornos pueden interrumpir tu sueño o reducir su calidad sin que te des cuenta, resultando en fatiga crónica durante el día.

Por último, aunque menos común, la somnolencia diurna puede ser síntoma de condiciones médicas subyacentes, desequilibrios hormonales o deficiencias nutricionales, por lo que es aconsejable consultar con un profesional de salud si la fatiga persiste.

En resumen, si continuamente te sientes cansado a pesar de dormir lo suficiente, es crucial examinar tanto la calidad como la cantidad de tu sueño, y considerar una evaluación médica para descartar trastornos del sueño o condiciones médicas.

Inadecuada calidad del sueño

Dormir un número adecuado de horas cada noche no garantiza por sí solo que el sueño sea reparador. Factores como el estrés, la ansiedad, y la depresión, junto con el consumo de sustancias como la cafeína, pueden influir negativamente en la calidad del sueño, llevando a un descanso nocturno fragmentado y poco reparador.

Además, el ambiente en el cual se duerme es fundamental. Un colchón incómodo, mucha luz o un nivel de ruido elevado pueden interferir con el sueño. Por ello, es importante crear un ambiente propicio para el descanso, oscuro, tranquilo y cómodo.

Ciclos circadianos desregulados

Los ciclos circadianos, que son los ritmos biológicos naturales del cuerpo, regulan los patrones de sueño y vigilia. Cualquier alteración en estos ritmos, ya sea por viajes transoceánicos, trabajo nocturno o hábitos de sueño irregulares, puede provocar desajustes en el reloj biológico, resultando en somnolencia durante el día.

Una manera de mantener los ritmos circadianos equilibrados es exponerse a la luz solar durante el día y mantener un horario de sueño regular, incluso durante los fines de semana. El ejercicio regular y una dieta equilibrada también pueden ayudar a regular estos ritmos biológicos.

Tener mucho sueño es síntoma de alguna enfermedad

El sueño excesivo o hipersomnia puede, en efecto, ser un indicador de problemas de salud subyacentes o trastornos específicos del sueño. Aunque el sueño prolongado ocasional no suele ser motivo de preocupación, el deseo crónico y persistente de dormir más de lo normal puede estar vinculado a condiciones como la apnea del sueño, la narcolepsia, o enfermedades neuromusculares y psiquiátricas. Además, enfermedades metabólicas, desequilibrios hormonales y ciertos medicamentos también pueden provocar somnolencia excesiva, impactando negativamente en la calidad de vida, el rendimiento laboral y académico, y las relaciones sociales del individuo afectado.

Es esencial abordar la hipersomnia evaluando y tratando su causa raíz, lo que puede involucrar un cambio en los hábitos de vida, terapias específicas o la administración de medicamentos. Las personas que experimentan sueño excesivo deben buscar asesoramiento y evaluación médica para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. Identificar y tratar a tiempo la hipersomnia o cualquier otra condición de salud relacionada es crucial para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la calidad de vida en general.

Hipersomnia

Hipersomnia: Un Trastorno del Sueño ProfundoLa hipersomnia es un trastorno caracterizado por una somnolencia diurna excesiva que impide llevar a cabo una vida normal. Este problema del sueño se manifiesta como una necesidad imperante de dormir durante el día, incluso después de haber tenido una noche completa de sueño. Los individuos con hipersomnia pueden dormir durante más de diez horas en un ciclo nocturno y aún así sentirse excesivamente cansados durante el día.
Hipersomnia PrimariaLa hipersomnia primaria es un trastorno del sistema nervioso central que se manifiesta como un problema crónico. Las personas con este trastorno tienen dificultades para mantenerse despiertas y alertas durante el día, lo que afecta significativamente su rendimiento laboral, académico y social. Aunque su sueño nocturno es prolongado y no interrumpido, no es reparador. Las causas de la hipersomnia primaria no están completamente claras, pero se sospecha que puede estar relacionada con desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales responsables de regular el sueño y la vigilia.
Hipersomnia SecundariaA diferencia de la primaria, la hipersomnia secundaria es un síntoma de otro problema de salud. Puede estar asociada con otras condiciones médicas como la apnea obstructiva del sueño, la narcolepsia, o enfermedades neuromusculares y psiquiátricas. En estos casos, el sueño nocturno suele ser de mala calidad, lo que lleva a un cansancio crónico durante el día. El tratamiento efectivo de la condición subyacente suele mejorar los síntomas de la hipersomnia secundaria.
Tratamiento y Manejo de la HipersomniaEl tratamiento de la hipersomnia depende en gran medida de su causa subyacente. En el caso de la hipersomnia primaria, los medicamentos estimulantes o los moduladores del sueño pueden ser útiles para ayudar a los pacientes a mantenerse despiertos durante el día. Es vital adoptar buenos hábitos de sueño y, en algunos casos, participar en terapias conductuales puede ser beneficioso. Para la hipersomnia secundaria, el tratamiento de la enfermedad o trastorno subyacente es esencial. Al abordar la causa raíz del problema, los síntomas de somnolencia diurna y fatiga crónica a menudo mejoran. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos para mejorar la alerta y la calidad de vida del paciente mientras se trata la condición subyacente.

Consideraciones a tener en cuenta

La hipersomnia, aunque debilitante, es un trastorno tratable. Reconocer los síntomas y buscar ayuda médica es crucial para obtener un diagnóstico preciso y comenzar un tratamiento adecuado. Los profesionales de la salud pueden ofrecer orientación y apoyo, y proponer cambios en el estilo de vida y, si es necesario, medicación para manejar la somnolencia excesiva y mejorar la calidad de vida.

No dormir lo suficiente es dañino para la salud, pero dormir en exceso también. Si esto pasa, puedes estar sufriendo de un trastorno del sueño conocido como hipersomnia idiopática.

El síntoma más común de la hipersomnia es una sensación de sueño y agotamiento extremo durante el día, a pesar de haber dormido profundamente en la noche.

La hipersomnia suele compararse con la narcolepsia, pero en realidad son trastornos muy diferentes. La hipersomnia sólo produce un estado de cansancio y sueño durante el día sin que el paciente llegue a dormirse ni logre recuperarse con pequeñas siestas.

En el caso de la narcolepsia las personas se quedan dormidas de forma involuntaria a cualquier hora y en cualquier lugar, e incluso pueden perder el control de sus músculos.

¿Cómo se diagnostica la hipersomnia?

Para determinar que se trata de este trastorno, los especialistas explican que los síntomas de sueño excesivo en el día se tienen que mantener en un período mínimo de un mes.

Tomar medicamentos o sustancias para tratar enfermedades como el cáncer, tienden a provocar una condición relacionada que se denomina hipersomnia secundaria, debido a que el paciente tiene ganas de dormir a cualquier hora del día.

Existe otra condición conocida como síndrome de Kleine-Levin o síndrome de la bella durmiente, donde además de hipersomnia la persona experimenta hiperfagia (alimentación compulsiva y excesiva), hipersexualidad, y algunos trastornos cognitivos y del estado de ánimo.

Es por ello que todos estos comportamientos deben ser evaluados para dar con un diagnóstico preciso de hipersomnia idiopática.

Síntomas y señales de alerta

Las señales del HI suelen comenzar a aparecer en la adolescencia o en los primeros años de la vida adulta, especialmente si hay mala higiene del sueño. Algunos de los síntomas son:

La necesidad de dormir durante en horarios matutino y diurno son incontrolables aun estando en plena actividad.
La persona duerme hasta 14 a 18 horas al día.
Hay sensación de ansiedad, irritación, inapetencia, poca energía.
El pensamiento y la comunicación son lentos.
Se observan fallas de memoria.
Las siestas no compensan la necesidad de dormir durante el día.
Despertar después de un sueño largo es muy forzado.
La persona tiende a sentir “embriaguez de sueño” al despertar, o sea, confusión o desorientación.

¿Cómo prevenir la hipersomnia?

Los síntomas de la hipersomnia idiopática se pueden evitar o aliviar si se aplican algunos cambios en el estilo de vida. Mientras más saludables son los hábitos, mejor es la calidad del sueño.

Por ello la recomendación de los especialistas es las personas que observen los síntomas de la HI procuren:

Ser disciplinados con las horas de sueño nocturno, evitando trabajos o actividades sociales en las noches.
Evitar el consumo de alcohol y medicamentos que pueden empeorar la afección.
Si ya se estableció el diagnóstico no conducir vehículos a motor o utilizar equipo peligroso hasta ser tratado por un médico.

En el Instituto del Sueño tenemos profesionales en el área que le pueden ayudar si está sufriendo uno o varios de los síntomas de este trastorno del sueño. Puede contactarnos para coordinar su cita online o presencial.