La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico, que se caracteriza por la aparición progresiva de síntomas tales como temblor, lentitud de movimientos, o problemas para caminar y mantener equilibrio, así como otros muchas manifestaciones.
El sueño es uno de los aspectos de la vida que puede cambiar, bien debido a la propia enfermedad o debido a determinados fármacos empleados en su tratamiento. Nuestro equipo es experto en este tema, por lo que si tu salud del sueño se está viendo afectada por esta enfermedad, no dudes en solicitar una cita con nosotros.
Las personas con Parkinson pueden tener un sueño agitado, en el cual se muevan en exceso, o escenifiquen sus sueños. Es frecuente que el contenido de los sueños tenga que ver con peleas o luchas, y el paciente puede intentar “defenderse” dando patadas o puñetazos. A veces incluso se pueden sufrir caídas o accidentes por este trastorno. Suele producir un gran impacto en la calidad de vida del paciente, y también de la pareja, siendo frecuente que se acabe durmiendo solo debido a estos episodios. Se estima que lo padezcan hasta el 50% de personas con Parkinson.
Desde el Instituto del Sueño ofrecemos un adecuado diagnóstico, así como tratamiento para este síntoma.
El síndrome de piernas inquietas puede aparecer de forma primaria o bien de forma relacionada con enfermedad de Parkinson o con sus tratamientos. Aparece hasta en el 15% de ellos. Los síntomas más importantes son la aparición de molestias, generalmente en ambas piernas, con sensación de necesidad de moverse, cambiar de postura o caminar. Esto alivia transitoriamente las molestias. Los síntomas suelen aparecer por la tarde-noche, estando sentado o tumbado.
Por esta razón, es una causa frecuente de insomnio. Este trastorno tiene tratamiento específico, con lo cual puede mejorar mucho la calidad de sueño del paciente, permitiendo mejorar el estado físico y anímico durante el día.
Uno de los síntomas quizá más tempranos en la enfermedad es la tendencia a tener un ánimo más bajo, a mostrarse más apático, o incluso a la pérdida del interés por cosas que habitualmente resultaban interesantes y placenteras. El ánimo bajo puede relacionarse con la aparición de insomnio de mantenimiento conocido como “despertar precoz”.
Es importante detectarlo y corregirlo, ya que de no ser así el paciente puede encontrarse privado de sueño (durmiendo menor número de horas del que sea necesario), con repercusión en el estado mental y físico durante el día.
Al igual que el resto de personas, los sujetos que padecen Parkinson pueden tener apneas durante el sueño, insomnio primario, adelanto o retraso de fase, y todos los demás trastornos de sueño.
Apuntamos la importancia de consultar si se presenta alguna anomalía en el sueño, porque corrigiéndola podemos lograr mejorar también aspectos muy importantes de la vida del paciente.
