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Dormir bien para recordar y memorizar

22 agosto 2022

Las investigaciones recientes demuestran que la falta de sueño ocasiona problemas en la consolidación de la memoria y que mientras estamos tranquilamente durmiendo nuestro cerebro está muy ocupado procesando la información obtenida a lo largo del día. Asimismo, demuestran que nuestro sueño juega un papel fundamental en el adecuado desarrollo del cerebro en crecimiento y muchos de los fenómenos de plasticidad cerebral ocurren durante el sueño.

Como ya es bien sabido, el sueño influye en los procesos de memoria, aprendizaje, estados de ánimo y comportamiento, en las respuestas inmunológicas, procesos metabólicos, niveles de hormonas, digestión y muchas más funciones fisiológicas.

El sueño, el aprendizaje y la memoria son fenómenos complejos que no se entienden completamente. Sin embargo, estudios sugieren que la cantidad y calidad del sueño tienen un profundo impacto en el aprendizaje y la memoria. La investigación sugiere que el sueño definitivamente ayuda en el proceso de aprendizaje y la memoria de dos maneras distintas.

En primer lugar, una persona con privación de sueño no puede centrar la atención de manera óptima y por lo tanto no puede aprender de manera eficiente, en segundo lugar, el sueño en sí tiene un papel en la consolidación de la memoria, que es esencial para el aprendizaje de nueva información.
Siempre se ha estudiado el papel del sueño en la formación de aprendizaje y la memoria de dos maneras.

Un enfoque observa las diferentes etapas del sueño (y los cambios en su duración) en respuesta a aprender una variedad de nuevas tareas, y existe otro enfoque que examina cómo la falta de sueño afecta el aprendizaje. Entendiendo como siempre que la falta de sueño puede ser total (sin sueño permitido), parcial (dormir temprano o tarde no siempre es posible), o selectivos (etapas específicas del sueño se ven privados).

Las investigaciones también se han centrado en el sueño y su papel en la memoria de los presupuestos procesales de recordar «cómo» hacer algo cotidiano (por ejemplo, andar en bicicleta o tocar el piano). El sueño REM parece jugar un papel crítico en la consolidación de la memoria de procedimiento. Otros aspectos del sueño también juegan un papel importante: el aprendizaje motor parece depender de la cantidad de fases de sueño más ligero, mientras que ciertos tipos de aprendizaje visual parecen depender de la cantidad y el momento de ambos sueños profundos, sueño de ondas lentas (SWS) y sueño REM.

En definitiva, el sueño de baja calidad y/o la falta de sueño también ejercen un impacto negativo en el estado de ánimo, lo que tiene consecuencias para el aprendizaje. Las alteraciones en el estado de ánimo afectan nuestra capacidad para adquirir nueva información y, posteriormente, para recordarla.

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