Dormir: un elemento que aumenta los beneficios de un estilo de vida saludable
Dormir bien ya es determinado como la guinda que le faltaba a un estilo de vida saludable. Según diferentes estudios, una buena noche de sueño puede aumentar los beneficios de realizar ejercicio, llevar una dieta saludable, el consumo moderado de alcohol y no fumar en la protección contra las enfermedades cardiovasculares.
La combinación de los cuatro hábitos de vida saludables tradicionales se asocian con un 57% menor del riesgo de sufrir de una enfermedad cardiovascular (fatal y no fatal) y un riesgo del 67% menor de eventos fatales. Sin embargo, cuando “dormir lo suficiente” (que lo definimos como dormir siete o más horas por noche) lo añadimos a esos otros cuatro factores de estilo de vida, el beneficio de protección general se incrementó aún más, dando lugar a un 65% menos de riesgo de sufrir un derrame cerebral y un riesgo 83% menor de eventos fatales.
Los autores de múltiples investigaciones, señalan que la corta duración de nuestro sueño se podrá relacionar con una mayor incidencia del sobrepeso, la obesidad y la hipertensión arterial y de los niveles más altos de presión arterial, colesterol total, hemoglobina A, y los triglicéridos, efectos que son compatibles con la hipótesis de que la corta duración del sueño está directamente asociada con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La mayoría de los estudios que toman en cuenta la actividad física, la dieta, el consumo de alcohol, el tabaquismo y duración del sueño los resultados mostraron que la adhesión a cada uno de los cuatro factores de estilo de vida tradicional de por sí redujeron el riesgo de derrame cerebral, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares desde un 12% con una dieta saludable hasta el 43% para los no fumadores, y la reducción del riesgo de derrames fatales varió del 26% para la actividad física al 43% para no fumadores.
A manera de conclusión los investigadores señalan que la corta duración del sueño se ha propuesto como un factor de riesgo independiente para las enfermedades, pero sin agregar el efecto del sueño a otros beneficios de estilo de vida saludables. Lo que sugiere que el sueño y la adhesión suficiente a los cuatro factores de estilo de vida saludable tradicionales se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.