Sudoración nocturna: ¿Cómo afecta nuestra calidad del sueño?
Dormir bien es vital para nuestra salud. Por eso siempre debemos preocuparnos por esas cosas que nos impiden tener un sueño plácido y continuado. Una de ellas es la sudoración nocturna.
Si durante la noche te despiertas sudando en exceso a pesar de tener el aire acondicionado a una temperatura bastante baja, puedes estar sufriendo de sudoración nocturna.
Esto puede suceder como reacción a un momento de estrés, miedo o ansiedad; o debido a una enfermedad llamada hiperhidrosis.
Se trata de una enfermedad inofensiva en sí misma que se manifiesta con una profusa sudoración, aun en ambientes fríos, en la palma de las manos, los pies, las axilas y en algunos casos hasta en la frente y los brazos.
Se le relaciona con problemas de sueño porque su padecimiento puede provocar trastornos como el insomnio, pero al mismo tiempo resulta una secundaria a determinadas enfermedades relacionadas con el sueño, como por ejemplo la apnea del sueño.
Según diferentes trabajos de investigación, los seres humanos sudamos al menos un litro de agua diario. Algo que nos ayuda a mantener la temperatura corporal constante de 37º grados centígrados.
La sudoración nocturna, en muchos casos, suele resultar un tipo de respuesta de nuestro propio cuerpo. Es decir, si tenemos miedo, hemos sufrido un shock, sentimos dolor, o incluso nos falta el aire, la manera de combatirla que tiene nuestro cuerpo puede ser esta.
Es innegable la relación de la hiperhidrosis nocturna con alteraciones del sueño. Pero quienes la padecen pueden aplicar algunos trucos para mejorar sus condiciones a la hora de dormir:
– Mantén buena ventilación en la habitación.
– Usa prendas de vestir hechas con fibras sintéticas para repeler el sudor.
– Evita el consumo de alcohol, café, té, tabaco y alimentos picantes que puedan estimular la producción de sudor.
– Reduce el estrés, la tensión y la ansiedad pues tienen efectos psicológicos directamente asociados a la sudoración.
– Toma una ducha con agua fresca antes de ir a la cama también puede ayudar.
En el Instituto del Sueño te aseguramos que se trata de una enfermedad controlable siempre y cuando se realice un diagnóstico preciso para indicar el tratamiento adecuado para el paciente.