Alcohol para dormir, más no para descansar
Llevar una vida sana y equilibrada es fundamental para disfrutar de un apacible y reconfortante sueño. Los malos hábitos pueden perjudicar la calidad de nuestras horas sobre el colchón y en especial abusar de la ingesta del alcohol.
Según múltiples estudios, tomar una copa antes de acostarte puede hacerte dormir un poquito más rápido, pero el sueño que obtienes después de beber puede no ser tan reparador.
Es muy probable que en ocasiones te hayas levantado de la cama luego de una fiesta con una extraña sensación. Y no, no siempre tiene porqué ser resaca, sino que puede ser cansancio, el alcohol influye considerablemente en la calidad de tu sueño.
Para comprender las razones, debemos conocer por qué hay veces en las que el alcohol ayuda a conciliar el sueño. Éste aumenta la presión del sueño y acumula Adenosina, una sustancia que es la responsable de hacernos sentir somnolientos. Además, también influye en el ritmo circadiano y reduce la producción de Melatonina retrocediendo así nuestro reloj biológico.
Pero, ¿por qué sucede esto? Nuestro hígado es el responsable de metabolizar el alcohol y lo convierte en un estimulante, por lo que caben más probabilidades de que te despiertes y pasen menos tiempo en la fase del sueño REM que es cuando el cerebro y el organismo se energizan y es cuando se sueña. Por esta razón, puede que o no descansemos bien o nos despertemos aturdidos ya que no hemos conseguido la recuperación que necesitábamos.
Esto no significa que tengamos que evitar el alcohol todas las noches, pero, si alguien hace esto una noche tras otra, los efectos pueden ser acumulativos, no sólo por el uso de alcohol sino también en cuanto a los sueños interrumpidos.
