Una gran variedad de medicamentos pueden ser los causantes de las alteraciones de tu sueño en adultos mayores
Múltiples estudios demuestran que los adultos mayores se despiertan con más frecuencia durante la noche y más temprano, y son mucho más propensos a sentirse cansados al levantarse, por haber tenido un sueño poco reparador.
Cuanta más edad se tiene, mayores son las probabilidades de padecer insomnio, un trastorno por el que puede resultar difícil conciliar el sueño, mantenerse dormido o ambas cosas.
Dicho esto, es más probable que las personas mayores padezcan de diferentes afecciones médicas que puedan provocar dolor o malestar que perturbe el sueño.
La privación del sueño puede generar irritabilidad, depresión y problemas de memoria y atención. También se la ha asociado con la diabetes, la obesidad y la enfermedad cardíaca, además de con un mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos y caídas.
La toma de algunos medicamentos por parte de adultos mayores, podría ser la causa fundamental en muchos casos de una afectación seria de la calidad del sueño de los mismos, es por eso que es necesario tomar en cuenta cuáles serían estos medicamentos y determinar su asociación con la afectación.
Podemos nombrar pues, algunos medicamentos que pueden causar insomnio. Si usted toma alguno de ellos y tiene problemas para dormir, debe consultar con su médico o farmacéutico sobre la posibilidad de ajustar las dosis, cambiarla por otra o probar con alguna terapia alternativa.
Alfabloqueantes: se asocian a la disminución del sueño desincronizado —la etapa del sueño durante la cual se está teniendo un sueño— y a la sedación o somnolencia diurna.
Betabloqueantes: Desde hace tiempo, los betabloqueantes han estado asociados a trastornos del sueño, incluidos despertarse durante la noche y las pesadillas. Se cree que tienen estos efectos al inhibir la secreción nocturna de la melatonina.
Corticosteroides: A menudo nos preguntamos por qué un fármaco que reduce la inflamación habría de mantenernos despiertos. La respuesta está en las glándulas adrenales, responsables de regular la reacción de lucha o huida del organismo. Demasiado estrés puede mantener el cuerpo despierto y la mente estimulada al agotar las glándulas suprarrenales.
Estatinas: El efecto secundario más común causado por todos los tipos de estatinas es el dolor muscular, este, puede mantener a las personas que las toman despiertas durante la noche, sin poder descansar. En los peores casos, el dolor causado por las estatinas puede resultar inmovilizante.
Glucosamina y Condroitina: ciertos estudios identificaron que estos fármacos causan una serie de efectos secundarios gastrointestinales, entre los que se incluyen náuseas y diarrea, así como también cefalea e insomnio.
Lo más recomendable es que si padece un trastorno del sueño evite automedicarse. Asista a una consulta en el Instituto del Sueño donde nuestros especialistas podrán realizarle un diagnóstico y tratamiento efectivo según su caso para que logre retomar su calidad de sueño y descansar mejor.