TOC-MADRID

Los trastornos del sueño influyen negativamente en el comportamiento compulsivo

25 diciembre 2020

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes, persistentes, no deseados e intrusivos (obsesiones) y/o por conductas o actos mentales repetitivos que los pacientes se sienten impulsados a hacer (compulsiones) a fin de disminuir o evitar la ansiedad que provocan las obsesiones.

El diagnóstico se basa en la anamnesis. El tratamiento consiste en psicoterapia (específicamente, la exposición y la prevención de la respuesta), fármacos (específicamente, ISRS o clomipramina), o en casos especialmente graves, ambos.

La higiene del sueño es una práctica vital para todos los seres humanos, pero en estos casos, cuidar que el paciente se vaya a la cama temprano, tenga un buen descanso y logre callar su mente mientras duerme es muy importante.

Esta enfermedad tiende a aparecer desde la adolescencia, cuando los patrones de sueño se ven alterados por la misma dinámica social, lo cual puede afianzar la condición.

Dormir menos de 8 horas, sufrir un sueño accidentado e interrumpido o poco profundo es causa para un mal día en personas sin ninguna condición. Para alguien con Trastorno Obsesivo Compulsivo, significa el agravamiento de cada manifestación de su condición.

Según los investigadores, los pacientes obsesivos compulsivos que se duermen a altas horas de la noche disminuye el autocontrol sobre sus pensamientos y comportamientos ritualizados.

De esta manera se establece que el trastorno de retrasos del sueño podría complicar la condición de estos pacientes, quienes al carecer de la calidad de descanso requerido se agudiza su enfermedad.

Además de la terapia cognitiva, los pacientes TOC deben valerse de otras herramientas terapéuticas y relajantes para disminuir las manifestaciones del trastorno, así como poner en práctica las recomendaciones de la higiene del sueño.

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