Patrones del sueño en bebés prematuros
Los hábitos saludables al dormir durante la infancia influyen de manera determinante en el desarrollo cognitivo, emocional y físico. Por eso en el caso de los pequeños prematuros, los padres deben procurar la calidad de sueño para sus hijos con el acompañamiento del personal médico especializado.
Durante las primeras semanas de vida suelen dormir muchas más horas que si hubiese nacido después de las 37 semanas de gestación debido a que apenas tienen energía y fuerza, además su patrón de sueño es aún inmaduro lo que implica que sus fases de sueño profundo son más breves, y las fases de sueño ligero, más largas.
La higiene del sueño es vital tanto para niños nacidos a términos como los que no, ya que el buen dormir durante los primeros años de vida influyen de manera determinante en su desarrollo cognitivo, emocional y físico.
El desarrollo psicosocial de los neonatos prematuros
Incide en la capacidad del niño para responder a la estimulación.
Los bebés con problemas neurológicos exhiben patrones de sueño anormales.
El sueño y la vigilia también pueden producir efectos directos en el desarrollo del cerebro y el aprendizaje.
El ciclo de sueño-vigilia refleja el funcionamiento subyacente del cerebro y podría, por ende, ser utilizado para pronosticar resultados sobre el desarrollo.
La interacción social también afecta y es afectada por los patrones de sueño y vigilia de los prematuros.
Posición para dormir
La recomendación de la Asociación Americana de Pediatría es que los bebés desde su nacimiento tengan contacto piel con piel con la madre, en lo sucesivo el colecho es una práctica saludable especialmente para los niños prematuros.
La indicación profesional es colocarlos boca arriba, aunque los bebés prematuros pueden necesitar ser puestos boca abajo temporalmente mientras están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a problemas respiratorios, pero superada esta fase, es mejor acostarlos boca arriba.
Pese a la prematuridad los cuidados deben avanzar de la mano de la adecuación de hábitos que moldean el comportamiento normal en el desarrollo del bebé. En este sentido, progresivamente acostumbre a jugar, estimular y alimentar a su prematuro en los horarios adecuados para que aprenda a diferenciar el día de la noche como base de una higiene del sueño favorable para sí mismo.