Lactancia y descanso: conoce como amamantar beneficia el sueño del bebé y de la madre
“Apoyemos la Lactancia Materna por un planeta sustentable”. Éste es el lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020.
Es normal que después del nacimiento del bebé, la madre pueda experimentar una pérdida total o parcial de sus patrones de sueño.
Pero esto no necesariamente significa que durante la fase de lactancia materna,la madre va a estar condenada a incontables noches de insomnio, porque la leche materna también le ofrece a ella beneficios para higiene del sueño.
De forma natural, cada vez que el bebé es alimentado, aumentan los receptores de prolactina en la mama, asegurando una buena producción de leche. La prolactina también tiene el efecto de relajar a la madre e inducirle el sueño, por lo que mientras amamanta, igualmente entra en un estado de relajación y descanso.
¿Qué propiedades tiene la leche materna?
La leche materna contiene un aminoácido denominado L-triptófano, que favorece el sueño al tiempo que la succión del pecho bajo la técnica correcta, relaja tanto al niño como a la madre y les ayuda a dormir.
Cuando se da lactancia materna como alimentación exclusiva la madre tiene espacios para dormir junto al bebé. En esta etapa la importancia del apego es fundamental, por lo que muchas expertas en pediatría y maternidad recomiendan practicar el colecho, que es dormir juntos madre e hijo.
Frecuencia de alimentación
Los recién nacidos necesitan comer con frecuencia para evitar hipoglucemias y crecer, especialmente en el primer trimestre de vida.
La lactancia materna es una alimentación a libre demanda, así que mami debe proveer a su hijo las veces que lo requiera.
No obstante, las pequeñas siestas intercaladas con despertares frecuentes de madre funcionan en una sincronía perfecta con las necesidades del bebé, ofreciendo los siguientes beneficios a ambos:
- El bebé se alimenta con frecuencia.
- Hace posible superar episodios de apnea.
- El cuidador del neonato se mantiene alerta.
- Estos períodos de descanso le permiten a la madre desarrollar la mente.
- El bebé madura y ejercita la succión.
Amamantar mejora los procesos químicos de tu organismo
Cuando nos sentimos bien nuestra higiene del sueño mejora, por eso los procesos químicos que se dan durante la lactancia materna contribuyen a nuestro bienestar en general.
El contacto piel con piel con tu recién nacido y cada vez que éste succiona al comer activa una subida rápida de los niveles de oxitocina (la hormona del amor) que además reduce el riesgo de depresión.
Además la lactancia materna es el método más sencillo y rápido de alimentar al bebé porque es un tiempo compartido entre ambos que pueden disfrutar tumbados en la cama y luego reanudar el sueño. Por estas razones es vital que aun cuando se comience la incorporación de alimentos no se abandone el amamantamiento antes de los 6 meses o el año.